Después del barro, las raíces pertenece a la serie Territoris per Teixir y habla de esos paisajes interiores y reales que han sido arrasados, pero donde aún late una posibilidad.

Sobre un fondo terroso, casi quemado, emergen líneas, cuadrículas, marcas que recuerdan estructuras rotas y caminos desplazados. Trazos naranjas, azules y rojos atraviesan la oscuridad como si buscaran sentido, o al menos dirección.

La obra ha sido creada con capas de pintura acrílica trabajadas con espátula y arrastre, dejando entrever fisuras y acumulaciones, como si el tejido estuviera cediendo pero también reconfigurándose.

Es un territorio herido, sí, pero también fértil. Porque a veces es en el barro donde empieza a enredarse la raíz.

Tierra removida,
casas sin nombre,
calles de agua turbia…
Y aún así,
una raíz insiste.

Esta tote bag es una memoria del desastre, pero también una promesa de reconfiguración.