"Donde estalló el ojo" nace de la violencia tierna de mirar cuando todo tiembla, del acto de abrir los ojos no para entender, sino para sostener la herida abierta.

Esta obra no representa una visión ordenada. Es una expansión brutal y necesaria. Espirales abiertas en rojo carmesí, trazos circulares de azul y manchas volcadas en naranja atraviesan el espacio con una energía que no permite el descanso. No hay centro ni simetría: hay fulgor que se despliega.

Pintada a mano con acrílicos sobre algodón, fue creada con gestos circulares rápidos, espátula ladeada y pinceladas superpuestas que chocan y se abren. En Teixir Bambú, mirar el caos es el primer acto del tejido; en Mirades d’Estrèpit, esa mirada no busca cerrar: busca romper, despertar, abrir territorio para lo que vendrá.

El ojo no pidió permiso.
Se abrió.
Y su estallido
fue el primer hilo
de todo lo que aún no sabemos tejer.

"Donde estalló el ojo" es una reflexión sobre el instante brutal en que mirar no es contemplar, sino irrumpir en lo roto para que, desde ahí, pueda nacer algo nuevo.